Fuente: La Provincia

El presidente de este colectivo portuario, Maximiliano Díaz, avanza que de las 80 personas que firmarán próximamente un contrato de formación se encuentran 12 mujeres

El Puerto de Las Palmas afronta la primera incorporación de estibadores de los últimos 26 años con el objetivo de dar respuesta a la creciente necesidad de estos trabajadores en este espacio de la capital grancanaria y cubrir las inminentes jubilaciones

El presidente de los estibadores portuarios, Maximiliano Díaz, explica que en los próximos meses se sumarán unas 80 personas, entre quienes se encuentra, por primera vez, una docena de mujeres

Inicialmente, se incorporarán a la plantilla con un contrato de formación que durará entre nueve y doce meses, tiempo que durará tanto la preparación como la acreditación. Una vez concluido este periodo, si nada cambia en la situación portuaria, serán contratadas de manera definitiva. 

Estas 80 personas se suman a las 130 que después de trabajar como estibadores eventuales —que formaban parte de la bolsa de empleo— durante nueve y diez años pasaron a ser fijos en 2023. 

En ese sentido, Díaz recuerda que no solo el Puerto de Las Palmas está incorporando personal en este sector, ya que recientemente se han sumado a las plantillas de Tenerife 19 personas (de las que tres son mujeres), dos en La Palma y otras dos en Fuerteventura.

Maximiliano Díaz asevera que la incorporación de mujeres a la plantilla de estibadores responde a un cambio de percepción de esta profesión por parte de los aspirantes, porque hasta ahora ninguna había mostrado interés. La última vez que se abrió la puerta a la contratación de personal fue hace 26 años, recuerda, y en aquel momento ninguna fémina se postuló a ocupar uno de los puestos. 

La progresiva incorporación de maquinaria específica y la mejora de las condiciones laborales que ha logrado el sindicato de estibadores en los últimos años hace más atractiva esta actividad a todo tipo de perfiles, a lo que se suma la dificultad de acceder a un trabajo digno en el mercado general. 

Renovación

Estas incorporaciones se producen «no solo por la subida de actividad, sino también porque este año se jubilan 31 trabajadores» y está previsto que en 2025 lo haga también un número similar de personas, precisa Maximiliano Díaz. Hasta ahora se habían cubierto las vacantes con el personal eventual, pero ahora, con las jubilaciones previstas, se hace necesario que ingresen más personas en este colectivo. 

La media de edad para las jubilaciones en el sector de la estiba se está fijada en los 57 años, puesto que estos trabajadores tienen un código reductor en el Convenio de la Marina, porque el suyo es un trabajo penoso.

Sujeto a la actividad portuaria

Maximiliano Díaz recuerda que la estiba depende de la actividad portuaria, que «es muy relativa y volátil», por lo que aunque la previsión actual de incorporar en dos años a cerca de 150 trabajadores, esta planificación puede cambiar si en el Puerto de Las Palmas se reduce, por alguna circunstancia, una actividad que en los últimos tiempos ha ido creciendo. Sin embargo, la perspectiva es halagüeña. «La inversión que se está haciendo en las terminales» y los datos positivos que arrojan cada mes las estadísticas de la Autoridad Portuaria hacen pensar que «la tendencia es que la actividad seguirá aumentando». Un ejemplo de ello, apunta Díaz, es la llegada de tres grandes grúas hace tres años y las dos adquiridas recientemente por Opcsa, que estarán pronto en La Luz. 

El presidente de los estibadores considera que este crecimiento no está sujeto exclusivamente a la crisis de los canales de Panamá y Suez, y la creación de rutas alternativas. «Detrás de un buen servicio siempre está la posibilidad de que se mantenga y que quienes no conocían el Puerto de Las Palmas sepan que estamos aquí, en el Atlántico, para atender sus necesidades». 

Por otro lado, Maximiliano Díaz destaca la cohesión que caracteriza a los trabajadores de la estiba y el «espíritu de solidaridad», un valor que el colectivo se esfuerza para que continúe con las nuevas incorporaciones. Esto conlleva, entre otros factores, un reparto equitativo del trabajo.

Asimismo, el colectivo está en constante formación para adaptarse a los requerimientos de todas las empresas portuarias y el manejo de las maquinarias que se van incorporando al Puerto